Son muchas las personas que, al imaginar su boda, piensan: “no soy fotogénica, siempre salgo mal en las fotos, ¡no sé qué haré ese día!”.

Nunca antes se han puesto delante de una cámara y, quizás, hasta se sienten extrañas al imaginarse en una sesión de fotos.

Si es tu caso: tranquila. He trabajado con muchas parejas que llegan con estas preocupaciones, y luego, el día de su boda, logran relajarse y perder la vergüenza. ¡Hasta se olvidan de que yo estoy allí!

Así es como salen fotos espontáneas, con expresiones y gestos auténticos, y un resultado que les encanta. Porque la fotogenia surge cuando se consigue la naturalidad.

Por eso, en este artículo, quiero ayudarte a que puedas encontrar tu propia naturalidad. A que llegues tranquila al día de tu boda y, especialmente, a que disfrutes cada momento.

 

¿Cómo tener fotos de boda espontáneas y naturales?

 

 

 

Durante los preparativos de la boda, muchas parejas tienen la misma preocupación:

 

“¿Cómo podremos tener fotos naturales, si no somos fotogénicos?”.  

 

A veces llegan con esta creencia porque sienten que salen mal en las fotos con amigos o en los selfies. Es decir, en imágenes tomadas con el móvil, que no captan cómo es cada persona.

Además, al hablar con ellos, me cuentan que les da un poco de reparo la cámara:

 

“Nunca nos hemos hecho una sesión de fotos, ¡no sabemos qué hacer!”. 

 

Y, ¿sabes qué les digo? Que simplemente se dejen llevar. Porque, cuando las personas logran relajarse, salen las fotos más naturales y bonitas.

Ahora, quien tiene que ayudar a que esto suceda es el fotógrafo: debe inspirar tranquilidad y confianza, para que las parejas puedan ser ellas mismas en todo momento.

Te lo enseñaré con algunos ejemplos.

 

 (1)  SESIONES DE NOVIOS DISTENDIDAS

 

Estoy convencida de que la fotogenia no tiene nada que ver con la perfección.

Ni, tampoco, con la postura ortodoxa y la pose clásica de novios ideales.

Salir bien es salir como tú eres, con una sonrisa real de felicidad.

Las expresiones naturales de las caras dicen mucho más que un posado clásico.

Si comprendes esto, y te dejas llevar,  te aseguro que, seas o no seas “fotogénico”, saldrás bien.

Ahora bien, como fotógrafa, al inicio de las sesiones de pareja, mi misión consiste en dar ideas y sugerencias que ayuden a los novios a estar tranquilos y olvidarse de que tienen una cámara delante.

Intento llevarles a un sitio en el que estén solos, donde no tengan que estar pendientes de otras personas, y suelo sugerirles acciones a realizar: hablar entre ellos, cogerse de las manos, dar un paseo…

De a poco se van soltando, y entonces sí, mi rol como fotógrafa pasa a un segundo plano.

 

Fíjate en este ejemplo:

 

Aquí te diría que esta pareja se olvidó por completo de que yo estaba allí. Y eso es ideal.

 

(2)  Fotos de pareja espontáneas durante la celebración

 

Ceremonia de la boda de Marta y Fahad en Masía Ribas  

Los reportajes de boda tienen también un componente de fotografía documental, de captar momentos efímeros, que no se volverán a repetir.

Las miradas, la postura y los gestos naturales de las manos expresan sentimientos. Y eso no tiene nada que ver ni con la fotogenia. 

Son fotografías que salen bien, porque son reales.

Fíjate en este otro ejemplo.

Esta imagen retrata un instante espontáneo durante el baile de novios. 

Aquí intenté cumplir con mi rol de fotógrafa invisible, mientras la pareja disfrutaba de un momento especial.

Lo cierto es que a veces las personas llegan llenas de inseguridades. Pero, luego, cuando se ven en fotos tomadas de improviso, se sorprenden.

Porque la fotogenia también surge al fotografiar momentos espontáneos.

Cómo lidiar con las inseguridades ante la cámara

 

Llegados a este punto, quiero compartir contigo un consejo que cambiará la forma en que piensas en tu reportaje de bodas, y es el siguiente: baja el nivel de autoexigencia.

No seas tan dura contigo misma. ¡Son solo fotos!

El reportaje es un componente más de vuestra boda, un día para disfrutar al cien por cien, que os hará felices cada vez que lo recordéis juntos y en familia a medida que pasen los años.

Muchas veces, al conversar con las parejas antes de la boda, surge alguna inseguridad relacionada con un defecto que uno de ellos piensa que tiene (y digo “que piensa que tiene”, porque yo, en general, no lo veo).

Por ejemplo, a veces no se trata de que salgan serios o con los ojos cerrados, sino que se sienten inseguros con su nariz, con sus brazos, con sus dientes o con su figura.

Y déjame que te diga algo: esto suele ser un filtro que se añade la persona a ella misma, porque yo no suelo compartir esa sensación.

El secreto está en ser tú misma

 

Ahora, como fotógrafa, ¿qué les suelo recomendar? Para empezar, que piensen en un vestuario, un peinado y un maquillaje con el que se sientan que son ellas mismas.

Fotografía de boda no somos fotogénicos

Siguiendo con el ejemplo de los brazos: si te verás incómoda con los brazos al descubierto, piensa en llevar una manga que te dé seguridad.

Por otra parte, puedes pensar en acentuar lo que más te gusta de ti.

Háblalo con los proveedores que te ayuden con el vestido, el peinado y el maquillaje: seguramente te darán ideas.

Y, sobre todo: ese día, ven segura. La naturalidad fluye, no es algo que podamos forzar, sino que se crea cuando la persona se siente lo más relajada posible.

En esta foto puedes ver la parte superior de un vestido de Laure de Sagazan.

Siete claves para lograr fotos naturales

de tu bodA

 

En lugar de preocuparte demasiado por si sois o no sois fotogénicos, te diré que, si buscáis un reportaje de boda natural, ambos miréis de estar mucho en el momento presente. Y de disfrutarlo.

Si estás angustiada, pensando en que todo se desarrolle de forma perfecta, será muy difícil que salgas bien en las fotos, porque te verás tensa.

Mi recomendación es que llegues lo más distendida posible. Sé que es un reto (¡yo también me he casado!) y por eso quiero compartir contigo siete claves que te ayudarán a conseguirlo:

1 – Escoge un fotógrafo que te dé tranquilidad

 

Busca una persona que os acompañe, os haga sentir cómodos y os ayude a relajaros. Un fotógrafo que os guíe y os deje hacer, porque la calma y la espontaneidad se verá después en las fotografías.

 

Esto lo notarás desde el inicio. Por ejemplo, los preparativos suelen ser uno de los momentos más difíciles para hacer fotos. Por eso, necesitarás un fotógrafo que te dé ideas: coger el ramo, el vestido, colocarte los pendientes…

Preparativos de Marta, con bata de Broken Basics

En definitiva, la fotografía de bodas consiste en captar momentos y emociones. Y, para vivir y disfrutar esos momentos, es importante que puedas sentirte a gusto con tu fotógrafo, y olvidarte de la cámara.

 

 

2 – Haz una sesión pre-boda

 

Si te preocupa el tema de la fotografía, lo ideal es hacer una sesión pre-boda, porque te ayudará a ganar soltura y a estar a gusto desde el primer momento de tu boda.

Ya habrás establecido una relación de confianza con el fotógrafo, y ambos estaréis más tranquilos, sin ningún temor ante la cámara.

Si no te es posible hacer una sesión pre-boda, será importante que, de todas maneras, tengas una reunión con el fotógrafo. Necesitáis veros las caras, conoceros y empezar a crear un vínculo personal.

 

3 – Delega parte de los preparativos

 

Escoge una persona de mucha confianza que te ayude, especialmente, la semana previa a la celebración.

Puede ser el responsable del sitio donde celebres el banquete, una wedding planner o un familiar o amigo muy cercano. ¡Quien tú prefieras!

Lo importante es que te ayude a minimizar el estrés, y a llegar a tu día lo más tranquila posible.

 

4 – Dedícate un tiempo de calidad antes de la boda

 

Escoge una actividad que te relaje y apúntala en tu agenda para los días previos a la celebración. Por ejemplo, puedes hacerte un masaje, o asistir a una clase de yoga si lo practicas habitualmente.

También hay parejas que programan una escapada para el fin de semana anterior, para tener sus momentos de serenidad juntos antes del gran día.

 

5 – El día de la boda, empieza los preparativos temprano

 

¡Porque el tiempo vuela!

Al hacer el timing, añade, como mínimo, un 50% más del tiempo que crees que tardarás en hacer algo. Es decir, si necesitas una hora para maquillarte, calcula una hora y media, o dos.

Añade un margen de tiempo extra a todo, porque si hay un retraso o surge cualquier imprevisto, dispondrás de tiempo para corregirlo sin tener que correr.

Es un reto muy grande salir bien en las fotos cuando el tiempo se te tira encima y vas estresada por no llegar a tiempo. Date este margen de error. Y, si después no lo necesitas, ¡pues mejor! Pero tú ya sabes que lo tienes por si te hace falta.

6 – Confía en que todo irá bien

 

Y, aunque te parezca una paradoja, acepta lo imprevisible. Es decir, la posibilidad de que haya cosas que no salgan exactamente como habías previsto.

 

Esto puede ser un reto emocional muy fuerte, porque llevas mucho tiempo preparando tu boda.

Pero, créeme, más que nunca, es importante tener una actitud flexible, para ir disfrutando del momento presente. 

No tiene que ser todo perfecto y exacto, sino auténtico. Porque la autenticidad es lo que más valoramos, y es lo que nos llega y nos emociona.

Cóctel en Masía La Garriga de Castelladral

7 – Dedícate a vivir y a disfrutar cada momento

 

 

Cuando tienes claro que cuentas con un fotógrafo que sabrá capturar todos esos instantes fugaces, discretamente, detrás de su cámara, solo te queda dedicarte a vivir ese día tan especial, que has venido preparando durante tanto tiempo.

Piensa: ¿qué es lo que quieres recordar de tu boda?

Los momentos reales, espontáneos, llenos de emoción son los que alimentarán de sentido tus recuerdos

– El abrazo con un amigo que vino de lejos.

– El haber reunido a tanta gente querida.

– La felicidad de tu abuela (que llevaba toda la alegría de la fiesta en sus ojos…).

El reportaje de vuestra boda no pasa por ser o no ser fotogénicos, sino por captaros a vosotros y a todo lo que viviréis en ese día, uno de los más felices (y cortos) de vuestra vida.

Puede que sientas que no sales perfecta, ¡pero no importa!

Yo estoy convencida de que, al captar momentos auténticos, todo el mundo es fotogénico.

Y así es como se logran imágenes que hablan por sí mismas. Que os permitirán recordar, para siempre, vuestro día, tal como fue. 

Espero haberte inspirado y transmitido confianza para disfrutar de las fotos de tu boda. ¡Van a ser momentos únicos! Si quieres tener a mano este artículo, para volver a él con calma y cuando lo necesites, puedes descargarlo en PDF y será tuyo.

ESTUDIO

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